Nos encontramos ante una magnífica casa señorial de tres plantas, situada en el centro de Sanlúcar de Barrameda, en el Barrio Bajo, muy cerca de la emblemática Plaza del Cabildo y del paseo marítimo y la playa. Se encuentra dentro del Conjunto Histórico de la ciudad, y cuenta con elementos protegidos, por sus valores arquitectónicos y artísticos. Forma parte del conjunto de Residencias que se construyeron en esta zona entre finales del siglo XIX y principios del XX, siguiendo el esquema de la casa-patio señorial, adoptando estilísticamente los eclecticismos historicistas en boga en la época, con elementos neobarrocos y regionalistas propios de la arquitectura sevillana de maestros como Anibal González.

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Destaca su impresionante fachada, fechada en 1924, compuesta con elementos arquitectónicos clásicos (zócalo, pilastras, recercados, frontones, frisos y cornisas) elaborados con ladrillo visto y detalles decorativos de azulejos y rejerías de forja.

Consta de tres niveles y antepecho de remate superior, siguiendo el esquema clásico de fachada que oculta la cubierta inclinada de la vista. Verticalmente se estructura simétricamente en tres calles. Las laterales se componen mediante grandes huecos salientes en planta baja y primera, rematados con cornisa y frontón sucesivamente,  y un hueco enrasado en el ático. En la central, en planta baja, se dispone la gran puerta acristalada de entrada, llamativamente pintada en rojo, con un doble dintel con ménsulas en el mismo color. Sobre ésta, como elemento principal de la fachada, se sitúa el hueco central de planta primera, con un balcón sobre la cornisa del hueco inferior, barandillas de forja y una gran marquesina volada de estructura de madera con casetones y cubierta a tres aguas con tejas vidriadas de dos colores. Finalmente, como remate sobre ésta, en la planta ático se disponen un conjunto de tres huecos con arco de medio punto, recercados de ladrillo y con las enjutas revestidas de azulejo.

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Construida con gruesos muros de fábrica, en su estructura arquitectónica, son de interés el espacio de acceso (zaguán), revestido de azulejo de época a  media altura, con reja de forja (1875) que guarda la entrada, la gran escalera también revestida de azulejo, y, sobre todo, el patio central que articula todo el edificio a su alrededor, abierto en planta baja y soportado por columnas de hierro fundido, cerrado a modo de galería acristalada en planta primera, con la carpintería de madera y vidrios originales, y cubierto con una montera de cristal. Alrededor de este espacio central,  totalmente bañado de luz, a la vez vividero y de tránsito, se organizan las estancias principales de la casa, salones, habitaciones y comedores de las dos plantas principales, todas de generosas dimensiones.

 

En la parte trasera, se dispone otro patio interior de menores dimensiones que da luz a espacios de servicio (cocina, lavadero), así como a más habitaciones. Igualmente, en esta zona, desde una terraza situada detrás de la cocina en planta primera, se accede al ático, donde además de una gran azotea transitable, se disponen más salones y dormitorios, dando a la azotea y a fachada.